Chibán, mafioso ‘emPeñado’ . Una insólita confesión de parte

Lo que pudo haber significado un estruendoso escándalo político en cualquier lugar, en Salta no pasó de un hecho anecdótico. El secretario de Deportes y Presidente de la Liga, incurrió en un apriete flagrante a un dirigente deportivo, en un contexto engorroso que deja en evidencia la incompatibilidad de Sergio Chibán en el cargo que ocupa y una interna en el seno del ministerio de Turismo y Deportes.

Todo comenzó con la difusión de una noticia en la que se apunta al ministro de Turismo Mario Peña, por retrasar el pago de subsidio a los clubes, indicando que tal actitud los pone “en jaque”, por cuestiones administrativas. En el inicio de la semana, la línea editorial del medio de prensa del ministro, interpretó ello como un liso y llano apriete mediático de Chibán, de los medios y periodistas que le responden más el aval de peso del diario El Tribuno que también publicó la noticia.

Esa lectura, agitada a viva voz en la radio de la familia del ministro, recién puso la mirada sobre las irregularidades que se vienen advirtiendo desde hace bastante tiempo por diversas publicaciones periodísticas, entre ellas las de Opinorte. Es claro que el cuestionamiento público hacia Mario Peña hijo, motorizó una reacción “anti Chibán” que -al parecer- no tenía ninguna otra intención que la de disipar cualquier mácula sobre su figura política.

No se apuntó, por ejemplo, a exponer de manera crítica (algo totalmente legítimo en el periodismo) que Sergio Chibán incurre en prácticas reñidas con la ética de un funcionario público y aunque lo niegue, también en incompatibilidades manifiestas.

De fondo, el empresario de medios Mario Peña volvió a activar su encono público contra la familia Romero, propietaria del diario El Tribuno y trató de explicar todo como una simple operación política contra su hijo, en lugar de abordar la cuestión de fondo: manejos irregulares en la función pública y en el ministerio que el gobernador le asignó conducir.

El apriete mafioso
El contexto engorroso decantó en una reacción al parecer, típica de Sergio Chibán, presionando al dirigente del Club San Antonio, del cual es allegado el periodista de radio Aries, Daniel Murillo.
El apriete de Chibán, a través de un audio que lo escuchó toda Salta, no fue otra cosa que una confesión de parte, en la que se admite como una persona mafiosa. Entrampado en sus palabras, se vio obligado a negar una operación política contra su ministro y lo hizo en la radio del padre del ministro, en otras palabras un “mafioso emPEÑAdo».
Luego de pedir forzadas disculpas públicas, Sergio Chibán siguió negando a simple testimonio que haya incompatibilidad en su cargo de funcionario y presidente de la Liga Salteña de Fútbol.
La dirigencia deportiva y política, volvió a dar muestras de mediocridad y en particular la del ministerio y la secretaría de Deportes, que no hicieron más que aportar al desgaste del gobierno provincial que se apresta a ir en busca de una reelección. Lamentable.

Enrique Briones

Fuente: Opinorte

 

 

Ultimas publicaciones

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com